Una nueva variante del coronavirus detectada en Sudáfrica fue clasificada este viernes (26/11) por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una "variante preocupante", y denominada Ômicron. La organización informó que la evidencia preliminar sugiere que esta variante presenta un mayor riesgo de reinfección del covid-19 que sus predecessores.
La OMS adopta la clasificación "variante de preocupación" para describir las variantes de coronavirus que presentan el mayor riesgo para la salud pública. Aunque hasta el momento hay poca información concreta, los científicos temen que esta nueva versión del virus sea más transmisible y confunda al sistema inmunológico. Además de más infecciones, esto significa que las hospitalizaciones y las muertes van en aumento, y existe la posibilidad de que las vacunas disponibles en la actualidad sean menos efectivas contra la nueva cepa.
La clave para comprender por qué la nueva variante ha suscitado tanta preocupación es su elevado número de mutaciones. Los virus hacen copias de sí mismos para reproducirse, pero no son perfectos en eso. Pueden ocurrir errores que resulten en una nueva versión o "variante". Cuantas más posibilidades tenga el coronavirus de hacer copias de sí mismo en nosotros, el anfitrión, más oportunidades habrá de que se produzcan mutaciones.
Por eso es importante controlar las infecciones. Las vacunas ayudan a reducir la transmisión y también protegen contra formas más graves de covid. En Sudáfrica, solo el 23,5% de la población está totalmente vacunada, frente al 60% en Brasil, según datos de la plataforma Our World in Data, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
El programa de vacunación del país se ha ralentizado en los últimos meses, no por falta de suministros, sino por la indiferencia del público.